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BYD el gran fabricante de autos electricos sigue avanzando

BYD, hasta el año pasado el mayor fabricante de vehículos eléctricos, comenzará su desembarco en Europa por Noruega tras estar ya presente en América Latina. Aquí repasamos su camino y sus posibilidades de ser una alternativa real en el mercado.

BYD ha sido desde 2015 a 2019 la empresa que más coches eléctricos ha fabricado y vendido en el mundo. Y si es posible que haya gente que aún no había oído hablar de ella, es porque la práctica totalidad de estas ventas se concentraban en el mercado interno chino.

China ha desarrollado durante los últimos 15 años una política muy agresiva y en gran medida apoyada por su gobierno para la fabricación y el impulso del coche eléctrico. Pero no es que les diera antes que nadie por preocuparse por el cambio climático, sino que detrás estaba una posición geopolítica ante su déficit de petróleo.

En ese ecosistema interno, existen más de 30 fabricantes de coches eléctricos que hasta ahora se han dedicado a nutrir el boyante mercado automovilístico de su país. Y ahí, BYD ha conseguido copar siempre las primeras posiciones, aunque no solo con coches eléctricos, sino también de combustión.

Pero si hoy hablamos de BYD es porque tras tener ya presencia en América Latina en países como Colombia, Brasil o Chile, este 2020 está siendo el de su desembarco en Europa. En abril Madrid estrenó una remesa de sus autobuses eléctricos para el transporte público, y en lo que respecta a los coches particulares, ya han llegado a Noruega.

El BYD E6, su primer eléctrico de 2006

El país nórdico, puntero en electrificación, se espera que sea su primera parada para ir ganando territorios poco a poco en el viejo continente. Por ahora, lo hará con dos grandes modelos, el BYD Han, una berlina que ya se sabe que tendrá un coste de 45.000 euros, y su SUV Tang EV600, aún sin precio en euros. Vamos a conocer esta marca que puede que cada vez tengamos más cerca.

BYD – acrónimo de Build Your Dreams– fue fundada en 1995 por Wang Chuan-Fu, empresario que ha sido varias veces comparado como el ‘Elon Musk’ chino por razones que iremos viendo. En un principio, se focalizó en la creación de baterías para teléfonos, mercado que acabó copando en 2003 tras aliarse y prestar servicios a marcas como LG o Samsung, con el que reforzó su alianza hace poco tiempo.

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¿Pero y los automóviles? Este hito también se produjo en 2003, cuando, tras adquirir al fabricante vecino Qinchuan Machinery Works, comienza a producir sus propios vehículos, en un primer momento de combustión, aunque con la mirada ya puesta en entrar en la movilidad eléctrica. El primer eléctrico comercializado por BYD llegaría tres años después, en 2006, cuando lanza al mercado su F3, que pronto se convirtió en un éxito de ventas en China.

Aunque parezca un Mercedes, es un BYD

Siguen pasando los años y ahí entrar en el accionariado de la empresa alguien más que relevante, Warren Buffet, quien adquirió el 10% de sus acciones y después le ha ayudado a su expansión a otros mercados.

Pero volvamos a los coches eléctricos. Gracias al auge y la promoción del mercado interno, BYD se convirtió en 2015 en el mayor fabricante de coches eléctricos del mundo, puesto que conservó hasta 2019, cuando Tesla la superó gracias al Model 3. Eso sí, hay un asterisco en esta historia, y es que hasta 2019 BYD, pese a ser el mayor fabricante electrificado del mundo, aún vendía más coches híbridos y de combustión que eléctricos.

Con ello llegamos hasta los años más recientes, con BYD convertida en un dominador también del mercado industrial y de autobuses, que como veíamos ya circulan por Madrid y también por California, aunque aquí, por cierto, han tenido problemas por denuncias desde la administración debido al fallo de sus autobuses.

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Su expansión por otros países en lo que respecta al coche particular ha seguido la senda de otros fabricantes chinos: por un lado, con muchos años sin prestar demasiado interés -el mercado chino era ya de por sí demasiado grande- y por otro, con problemas de homologación en términos de seguridad para entrar en los estándares europeos y norteamericanos.

Por ello, desde hace años sus primeras entradas internacionales se concentran en América Latina, donde ya tiene cierto peso, y desde 2018, cuenta con una fábrica en Ontario (Canadá) que parece que será la punta de entrada hacia Estados Unidos, algo que no obstante todavía está en el aire.

En Europa, por su parte, la entrada en Noruega supone apostar por uno de los países más electrificados del viejo continente, entrando con un modelo -el Han- de alta gama, que partirá de un precio de 45.000 euros, bastante más reducido que la competencia. Con su web y sistema de reservas ya presente en le país nórdico se espera que –crisis del coronavirus mediante– sus primeras ventas se produzcan ya este año.