A veces las cosas funcionan, otras no. Y es el caso de Renault, quien ya contaba con tres alianzas de peso en China. Sin embargo, el ambiente de incertidumbre económica ha hecho que la marca francesa admita que, en realidad, no les iba tan bien con algunos productos como les hubiese gustado y que hay que poner los esfuerzos donde hay más potencial para crecer y posicionarse. Así que, tras un comunicado oficial, la marca del rombo declara por finalizada su alianza con Dongfeng, unidad con la que tenían una Joint Venture llamada Dongfeng Renault Automotive Company, desde el 2013.
Renault venderá su parte de esta alianza a Dongfeng (el 50%, sin precios acordados) y terminará por completo todas las actividades relacionadas a sus vehículos de pasajeros. Obviamente seguirán prestando servicios de postventa y manteniendo algunas licencias con el fabricante asiático (motores diésel y algunos componentes vía Nissan, los otros socios de Dongfeng), pero de autos, no más. Dongfeng se encargaba de fabricar el Kadjar, el Koleos, el Captur y el City K-ZE para el mercado local. Un detalle muy importante para el cierre de esta operación, es que Dongfeng fabricaba estos autos en Wuhan, que como sabemos, es la zona 0 del coronavirus. La pandemia y las cuarentenas, no le ayudan mucho a Renault a ganar tracción en un mercado que les estaba costando penetrar.
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Las otras alianzas de Renault, al parecer, se mantienen en pie. Hablamos de Brilliance/Jinbei, con quien tienen acuerdos para vehículos comerciales livianos y Jiangling Motors Corporation Group (o JMC) para la fabricación de autos eléctricos.
Renault es el segundo fabricante extranjero en decir adiós al mercado de pasajeros en China. La primera marca en abandonar fue Suzuki, quienes optaron por potenciar sus planes en una región donde les va de maravilla hace muchos años: India.