El éxito de los SUV pequeños y la llegada de modelos provenientes de China son dos de las grandes tendencias en el mundo de los autos en México. Los Chevrolet Groove, MG ZS y JAC Sei 3 Pro que reunimos en esta comparativa encajan con ambas tendencias y persiguen el mismo objetivo: ser de las opciones más accesibles de la categoría ofrecer la mayor cantidad de amenidades al menor precio. ¿Cuál es mejor?
Que cada vez haya más modelos chinos en México no implica necesariamente que se venden a través de una marca china. Lo que tenemos aquí, de hecho, es una mezcla de nacionalidades muy peculiar. Chevrolet, por ejemplo, es estadounidense, pero el Groove en realidad fue desarrollado por un socio chino de GM, llamado Baojun. Luego está el ZS, diseñado en Reino Unido, en los estudios originales de MG, pero todo lo demás —incluida la fabricación— es desarrollo de SAIC, una marca china. El único de los tres que conserva su logo original es el JAC Sei 3 Pro.
No le demos más vueltas a este juego de nacionalidades. Veamos qué conviene y qué no de cada uno de estos B-SUV.
Chevrolet Groove
El Groove es uno de los lanzamientos más recientes de GM en México, aunque su trayectoria en China comenzó desde 2017. Su diseño me parece un punto a destacar porque, pese a su enfoque de bajo costo, las líneas no lucen genéricas e incluso encajan con el ADN de otros modelos de GM, como Blazer. El interior también me recuerda a otros modelos de Chevrolet, como Sonic o Trax, sobre todo por el diseño del cuadro de instrumentos.
La calidad a bordo me parece convincente. Hay detalles rojos en contraste, un tablero parcialmente tapizado en cuero sintético y botones de diseño y tacto agradable. Donde queda un margen de mejora es en ensambles —habían algunos rechinidos al circular por caminos irregulares— y en la cantidad de huecos para colocar objetos personales. En lo que respecta a espacio, la cabina está bien aprovechado, aunque es el más pequeño de los tres —con algo menos de lugar para piernas— y su cajuela tiene menos capacidad que ZS o Sei 3 Pro.
JAC Sei 3 Pro
El Sei 3 Pro ha sido uno de los grandes éxitos de JAC en México por su equilibrio entre equipamiento y precio. A principios de 2021 fue sometido a una cirugía plástica, con la que llegó una actualización de seguridad y un diseño más fresco. Su apariencia luce futurista y, curiosamente, comparte la moda de Groove al dividir los faros.
El interior presenta un diseño sencillo, pero funcional y con una gran cantidad de espacios para colocar objetos personales. Sus acabados convencen porque sigue el mismo truco de Groove al tapizar con cuero algunas partes del tablero y contrastar con costuras rojas. Es curioso cómo estos SUV, que son de los más accesibles de México, son los que sí llevan piezas suaves.
El único aspecto de calidad que desentona —y hasta decepciona— son los gráficos de la computadora de viaje, con una tipografía obsoleta que recuerda al MS Dos de computadoras en los años 80. Quizá ese recorte de costos le permitió incluir más equipamiento. Es el único de los tres con cámara de visión de 360º, encendido automático de faros y asiento del conductor con calefacción. Complementa con pantalla de 10″ —la más grande de la comparativa—, llave inteligente, quemacocos, compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay, seis bolsas de aire y control de estabilidad. Es digno de aplaudirse que mantiene el mismo nivel de seguridad en toda la gama.
Otro punto fuerte para el JAC Sei 3 Pro es el espacio interior. Al ser el más largo de los tres y ofrecer una carrocería notablemente alta, el espacio a bordo es muy bueno y fácilmente se coloca como uno de los B-SUV más amplios y con una de las cajuelas mejor aprovechadas en la categoría.
Al hablar de manejo, su prioridad es el confort. Es un modelo urbano y se nota en su destreza al absorber impactos con baches. Su suspensión es suave, sin llegar a ser tan blanda como la de Groove, por lo que transmite más confianza al pasar por curvas. Lo que no le ayuda es el tacto poco preciso de la dirección. El motor, con 118 hp y 114 lb-pie, es el más potente de los tres, pero la transmisión CVT no favorece arranques rápidos y las pendientes muy inclinadas le cuestan trabajo —curiosamente, aún más que a Groove. El consumo promedio en ciudad fue de 10.2 km/l.
MG ZS
Si la marca MG te suena, quizá la asocies a sedanes de lujo y descapotables deportivos. Ya no más. Fue adquirida por SAIC, quien le dio una nueva oportunidad como marca de volumen que persigue el valor por el dinero, aunque no todo en MG desapareció. El proceso de diseño sigue llevándose a cabo en Reino Unido, y eso es algo a destacar: a diferencia de Groove o Sei 3 Pro, que fueron creados exclusivamente para mercados emergentes, el MG ZS fue desarrollado para encajar con estándares globales, sean chinos, latinoamericanos o europeos.
Eso se nota en varios aspectos de calidad, comenzando con la cabina. El tablero lleva un plástico gomoso que se siente más durable que el cuero de sus rivales. Las perillas ofrecen buen tacto, y aunque el diseño interior no propone mucho, mantiene a la mano los botones y perillas de interacción diaria.
Lo curioso del ZS es que, aun sintiéndose de más calidad, es el menos equipado de los tres. Cumple al llevar pantalla de 8″, encendido por botón, cámara de reversa con indicador de distancia en metros, techo panorámico y hasta climatizador automático con filtro de aire PM 2.5, pero no lleva sensor de luz, no es compatible con Android Auto y la llave de presencia es para encender el motor, no para abrir las puertas.
En lo referente a seguridad, es el único de los tres que ha pasado por evaluaciones de Euro NCAP. La versión tope de gama cumple al lleva seis airbags y control de estabilidad, pero tristemente el resto de sus versiones recortan elementos, al grado de incluir sólo dos airbags y frenos ABS en versiones base.
Al volante, el MG ZS también transmite esa sensación de calidad superior a sus rivales. No es que tenga un tacto deportivo ni un aplomo que sorprenda, pero la calidad de marcha es mejor, con una suspensión suave sin tendencia a lanchear y una dirección de tacto más preciso. Transmite más confianza. El motor desarrolla 113 hp y 111 lb-pie, pero no usa una caja CVT, sino una automática de cuatro cambios que le ayuda a arrancar más ágilmente que Groove o Sei 3 Pro, aunque a la vez le impide ser más eficiente. El consumo quedó en 11.3 km/l, que no está mal, pero con un otra transmisión podría ser mejor.
Enfocándonos en estas versiones tope de gama, la tercera posición es para el Chevrolet Groove. Su diseño es llamativo y está muy bien equipado, pero la sencillez del manejo, los costos de mantenimiento y la falta de bolsas de aire le restaron varios puntos en la evaluación final. Además, por los 390,900 pesos que cuesta, tiene mucho más sentido dar el «salto» hacia un Chevrolet Tracker. De hecho, el Tracker me parece mejor que cualquiera de estos tres.
En segundo lugar colocamos al JAC Sei 3 Pro. Es competitivo en términos de espacio, seguridad y equipamiento, y se defiende al hablar de manejo, pero los costos de mantenimiento y el rendimiento del motor no fueron los ideales.
El primer lugar, por lo tanto, es para el MG ZS. Se siente como el modelo de más calidad, tanto al hablar de interiores, como de manejo. Es cierto que el equipamiento se queda corto a lado del de sus rivales —habrá quien no le perdone la ausencia de Android Auto— pero los demás aspectos le ayudaron a recuperar puntos. Además incluye 7 años de garantía y los primeros siete servicios de mantenimiento son gratis.
Esa conclusión es exclusiva para los tope de gama. Si vamos por versiones básicas, la historia cambia. En un rango de 330,000 pesos, el Groove es el mejor de los tres por mantener control de estabilidad y cuatro airbags; a ese nivel, el ZS sólo lleva dos y pierde el ESC, y el JAC Sei 3 Pro no ofrece una versión a ese precio. A un nivel intermedio, en torno a 360,000 pesos, nos quedamos con el JAC Sei 3 Pro por ser el único de los tres en equipar el kit completo de seguridad a ese precio.
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Test drive realizado por Motor Pasion Mexico