El poderoso grupo Zhejiang Geely Holding Group, más conocido como Geely, quiere convertirse en el primer gigante automotriz chino a nivel global. Con la vista puesta en una posible fusión con Volvo, de la que es propietaria desde hace una década, los planes del consorcio pasan ahora por impulsar Proton.
Según recoge Automotive News Europe, Geely planea usar la plataforma CMA desarrollada con Volvo para construir nuevos modelos para su marca Proton en Malasia. Algo que ninguna marca china ha hecho hasta el momento.
Ahorrar costes y tiempo de desarrollo
Geely, propietaria de Lotus, Proton, Lynk & Co, Polestar, Terrafugia y Volvo entre otras, quiere renovar las fábricas de Proton en Malasia utilizando plataformas que ha estado perfeccionando con Volvo desde 2013.
A través de la Arquitectura Modular Compacta, el gigante asiático podrá ahorrar costes y tiempo en el diseño y desarrollo de diferentes tipos de modelos entre sus marcas, no solo Volvo y Proton.
Se trata del primer fabricante chino que usa la estrategia de compartir plataforma entre su marcas, como ya hacen en la actualidad grupos como Volkswagen, PSA o Renault.
Actualmente el SUV XC40 de Volvo y el sedán eléctrico Polestar 2 equipan esta plataforma, de la que se han vendido más de 600.000 vehículos en todo el mundo.
Proton Car es la marca de automóviles nacional de Malasia. La marca se estableció a principios de la década de 1980 a instancias del Gobierno malayo, y luego volvió a ser propiedad semiprivada bajo DRB Hicom. Zhejiang Geely Holding Group acabó comprando el 49,9 % de Proton Cars.
Desde su fundación en 1986 como fabricante de repuestos para frigoríficos, Geely ha conseguido posicionarse como uno de los mayores fabricantes de coches de China, con ventas de más de dos millones de unidades al año.
Ahora Suecia mira con recelo una posible fusión con el gigante asiático ante el temor a una pérdida de su identidad y sacando a flote asuntos tan delicados como la seguridad nacional o los derechos humanos.
«Una compañía combinada tendría acceso al mercado global de capitales a través de Hong Kong y con la intención de cotizar posteriormente también en Estocolmo» dijo Geely en un comunicado tras el anuncio del posible movimiento.
Aún sin una decisión tomada, Geely puede presumir de cartera: con el tiempo ha ido añadiendo piezas a su particular puzzle y actualmente posee una participación de 9,69 % en Daimler, valorada casi en 9.000 millones de dólares y la mitad del negocio de smart, que se irá a China.