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Test drive Great Wall Wingle 6

En una industria automotriz nacional que tiene a las camionetas como factor predominante, hablar de una chata de origen chino que viene a hacerle frente a los modelos establecidos y producidos en el país, puede ser visto de reojo. En Latinoamerica son muchas las marcas chinas que ofrecen pickups que compiten con las tradicionales Hilux, Ranger, entre otras. Tal es el caso de JAC Motors, Foton y Great Wall. Te dejamos estos enlaces para que puedas ver test drive de camionetas chinas y pueda compararlas con esta Great Wall Wingle 6. Foton Tunland, JAC Frison T6 y anteriormente te habiamos presentado el Test Drive de la Wingle 7

Básicos:
Velocidad máxima: 158,1 km/h / Potencia: 137 CV / Consumo promedio: 11,2 km/l / Precio: u$s 24.800]

Diseño-Aerodinámica (★★★): su estilo exterior denota una concepción antigua. el frontal rediseñado, junto a algunos detalles de estilo, la modernizaron.
Confort-Espacio interior (★★★1/2): cuenta con buen confort interior y una posición de manejo adecuada y configurable. las plazas traseras son lógicas para dos adultos de contextura mediana.
Motor-Prestaciones (★★★): no busca ser la más potente del segmento. sus prestaciones son algo pobres, pero no criticables para su nivel de potencia. el consumo es un punto a favor.

Los más: Solidez de las suspensiones • Equipamiento de confort • Funcionamiento del motor • Precio comparativo.

Instrumental-Equipamiento (★★★★): muy buena dotación en materia de confort, más aún considerando su precio. el instrumental es simple pero efectivo. Algunos elementos son un tanto arcaicos.
Suspensión-Dirección (★★★★): tiene un esquema de suspensiones simple que transmite rudeza y solidez, pero sin resultar incómodo para el día a día.la dirección, algo blanda, tiene radio de giro muy extenso.
Transmisión-Caja (★★★1/2): la transmisión de seis marchas está bien escalonada. el selector es preciso pero, en ocasiones, un tanto duro. tracción 4×4 convencional, con alta y baja.

Los menos: Auxilio temporal • Prestaciones mejorables • Respuesta de la caja Despeje del suelo.

Seguridad-Frenos (★★★): con seis airbags y ESP, brinda una dotación de seguridad satisfactoria. la respuesta de los frenos no fue buena en la unidad de prueba.
Precio-Garantía (★★★★): al día de hoy, la relación precio/ producto es por demás conveniente. el plazo de garantía está acorde con lo que ofrecen otras marca.

Great Wall está en la Argentina desde finales de 2017. Sus dos modelos de pick-ups, Wingle 5 y Wingle 6, son importadas desde China por el grupo Car One. La marca es uno de los mayores fabricantes de SUV y pick-ups en el mercado asiático, y con muy buena aceptación en diversos mercados.

Sin ir demasiado lejos, en Uruguay las Wingle se ubican entre los utilitarios más vendidos, aunque claro que allí no hay que defender una industria nacional como sucede aquí, y pueden atacar con un precio muy competitivo, libre de aranceles.

Estilo y concepción
Tanto la Wingle 5 como la Wingle 6 comparten base y motorizaciones, pero la primera presenta una mayor orientación laboral y una gama más diversa, que incluye variantes con tracción 4×2 y 4×4, y cabinas simple y doble.

La Wingle 6 llega con un único nivel de equipamiento denominado Dignity, y se diferencia estéticamente por un frontal exclusivo, estrenado en su mercado de origen en 2014. Si bien aquí no se parece a nada conocido, sus diseños parten de un acuerdo con el grupo General Motors, compartiendo estilo con la Isuzu D-Max de 2002, precisamente el modelo que reemplazó a las conocidas pick-ups de la marca japonesa comercializadas durante los noventa en la Argentina.

Si analizamos su diseño, pro- porciones y altura, caemos en la cuenta de que estamos ante una pick-up de generación previa. A pesar de ello, tiene un lar- go considerable: 5,34 metros, semejante a una Ford Ranger, pero es más angosta y baja (unos seis centímetros en cada caso, aproximadamente). 

Además, denota un estilo sumamente rectilíneo, algo pasado de moda, pero con algunos toques de estilo, entre ellos una amplia parrilla frontal cromada y luces de led diurnas en la zona baja del paragolpes delantero.

La parte trasera presenta un paragolpes completamente de plástico que no es lo suficientemente resistente; si uno se sube al mismo desde algunos de los extremos para acceder a la caja, se deforma fácilmente. A cambio entrega, en su parte interna, luces rompeniebla y hasta sensores de estaciona- miento posteriores. La cámara se ubica en el portón trasero, que no dispone de cerradura.

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A manejar
Con un acceso muy sencillo debido a la menor altura al suelo (por lo que no se necesitan estribos), la posición de manejo está bien lograda. Incluye regulaciones de volante y butaca del conductor con reglajes eléctricos, un lujo propio de camionetas tope de gama. Los espejos exteriores plegables y el interno con oscurecimiento automático también le dan un toque distinguido. El tablero de instrumentos tiene cuatro marcadores de aguja, mientras que el display de la computadora de a bordo es monocromático, conforme con todos los autos de este origen.

La dotación de confort se completa con una pantalla táctil con MP5 de respuesta algo lenta, que además carece de conexión Android Auto o Apple CarPlay, e incluso de navegador satelital.

A las plazas traseras las podemos separar en dos partes. Para un par de adultos el espacio es coherente, mientras que un tercero viajará justo. Además (por lo menos en las unidades ingresadas hasta el momento) brillan por su ausencia los apoyacabezas y el quinto cinturón inercial, por lo que no se recomienda llevar más de cuatro pasajeros. Y subir o bajarse de las plazas posteriores resulta poco práctico, ya que el parante B está muy retrasado, lo que provoca que quede muy poco espacio libre entre la abertura de la puerta y el hueco para pasar los pies.

Al andar
Una vez que giramos la llave, se pone en marcha un dos litros turbodiésel que produce 137 caballos de fuerza, con un torque máximo de 31 kgm a partir de 1.800 vueltas. Se trata de una potencia digna para un motor de esta cilindrada, con el que se obtienen prestaciones lógicas para un vehículo pensado para un uso racional. Algo ruidoso, no demasiado bien aislado de la cabina, se muestra relativamente eficiente a medio régimen, pero es algo escaso de entrega en baja. 

Además, el pedal del acelerador tiene un recorrido extenso que no lo convierte en el mejor aliado a la hora de una maniobra precisa o de una acción rápida. Se conjuga con una transmisión de seis marchas con buen escalona- miento, y un selector de vástago y recorrido corto y preciso, pero un poco mañoso y duro al conectar la primera velocidad.

La conexión de la doble tracción y la baja se realiza mediante dos teclas ubicadas en la con- sola central. En la parte frontal cuenta con dos generosos ganchos y un protector de cárter de acero, aunque la ubicación del depósito de aceite se encuentra llamativamente adelantado con respecto al block.

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En el andar rutinario encuentra digno confort general. La suspensión delantera es suave, mientras que el eje trasero, con elásticos y eje rígido, apenas saltarín, se desenvuelve de manera correcta. Eso sí, mejora con algunos kilos extra en la caja de carga, que admite hasta 927 kilos. En la ruta muestra un andar franco, pero el tren delantero tiende al rolido. 

La dirección, por su parte, con asistencia hidráulica, es un poco blanda, aunque su punto crítico está en el radio de giro, demasiado amplio. Como rara vez sucede, la unidad que condujimos había recorrido casi 50.000 kilómetros, pero vale mencionar que no presentó ruidos ni grillos indeseables.

Las prestaciones están acordes con su relación peso/potencia: demora 16,9 segundos para llegar a 100 km/h desde cero. La velocidad final orilló los 160 km/h, mientras que las cifras de elasticidad se mostraron satisfactorias en cuarta, con 12,4 segundos para pasar de 80 a 120 km/h. Sin embargo, es propicio realizar siempre rebajes para aprovechar la potencia del motor, ya que la sexta es un tanto larga. El consumo se destaca en ciudad, con 9,8 km/l de recorrido, obteniendo un promedio de 11,7 km/l.

Bien en los papeles
El nivel de seguridad ofrecido por la Wingle 6 es favorable si apuntamos que tiene seis airbags, control de tracción y estabilidad y frenos a discos en las cuatro ruedas. Claro que des- conocemos qué tan bien puede enfrentar una prueba de choque bajo estándares globales. 

En todo caso, el mayor punto de duda está en los frenos. Al menos en nuestra unidad –que, repetimos, estaba próxima a los 50.000 kilómetros-, la respuesta en este ítem fue muy pobre. La sensación al realizar las diferentes pruebas fue un escaso poder frenante, ya que ni siquiera tiende a bloquear los neumáticos. 

Estos se ven comprometidos también por una pronta fatiga al elevar su temperatura; por ejemplo, en un segundo intento desde 100 a 0, extendió la cifra de 52 a 64 metros. ¿Puede deberse a un problema de esta unidad en particular? 

El precio de la Great Wall Wingle 6 Dignity en su única opción disponible se establece en 24.800 dólares (1.750.000 pesos) una suma muy atractiva si consideramos que la oferta de camionetas medianas de producción regional arranca en esos valores y con menor dotación de equipamiento y tracción simple. La garantía es de 3 años o 100.000 kilómetros.

Este test drive fue publicado en Parabrisas, realizado por Rene Villegas, con fotos de Alejandro Cortina. Miralo acá.