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Desde 2030 Volvo, a traves de Geely venderá solo electricos

La transición a la electromovilidad, si depende exclusivamente del público, tardaría en llegar. Sería un mercado pequeño, con poca oferta por parte de los fabricantes, tal y como pasaba antes. Una forma de estimular ese crecimiento es con subsidios o bonus.

Ese aporte de dinero público permite limar la diferencia de precio entre tecnologías y animar a más clientes a dar el salto al auto eléctrico, ya que superado el elevado coste de adquisición, a partir de ahí son todo ventajas para el bolsillo: recargar es barato y el mantenimiento también.

Sin embargo, los incentivos van y vienen, como ha recordado Hakan Samuelsson, CEO de Volvo, en un evento virtual auspiciado por el Financial Times. El ejecutivo cree que la forma más rápida de estimular la electromovilidad no es esa, sino poner de forma clara la fecha de caducidad al motor de combustión interna.

Volvo CX40

Previamente, Volvo había hecho anuncios de calado en esa dirección. A principios de la década pasada salió a la venta su primer híbrido enchufable, y actualmente solo tienen un modelo eléctrico, el XC40 ReChargeEl resto son híbridos de gasolina, diésel e híbridos enchufables.

Volvo anunció que abandonaría el desarrollo de los motores diésel -que antes los recibía de Ford y tuvo que hacer desarrollos propios- para centrarse en los híbridos de gasolina, enchufables y no enchufables, y también en los modelos eléctricos. Para 2025 Volvo espera que la mitad de sus ventas correspondan a autos totalmente eléctricos.

Estamos en un contexto en el que para cumplir las bajas emisiones de CO2 que la Unión Europea exige a los fabricantes es necesario vender muchos enchufables. En torno a la cuarta parte de las ventas de Volvo corresponden a híbridos enchufables en Europa, y sobre todo en países del norte, con elevadas rentas per cápita.

Samuelsson dijo que todo sería más fácil para los fabricantes si en la Unión Europea mueven ficha y ponen una fecha límite para no poder matricular coches de combustión interna (lo cual incluye a los híbridos), y una vez asumido que los motores alimentados por petróleo no tienen futuro, ya todos vayan en la misma dirección.

Volvo pretende adelantarse a ese punto en el que se prohíba la venta de modelos con motores convencionales. De la misma forma, Volvo presume de haber estandarizado elementos de seguridad mucho antes de que fuesen obligatorios, véase el cinturón de seguridad de tres puntos de anclaje, o capar sus coches a 180 km/h (nadie les obliga).

Este anuncio corresponde a una visión práctica. Para que los motores de combustión sigan bajando emisiones, tanto de CO2 como de otros gases contaminantes, es necesario electrificarlos más, dadas las limitaciones termodinámicas de los motores en relación a lo que se les exige.

Así que, puestos en esa situación, es mejor dejar de malgastar dinero en el desarrollo de motores de combustión y centrarse en los eléctricos puros. Ahí cuenta con un poderoso aliado, la empresa matriz Geely, con la que va a ir de la mano en esa transición. Están preparando una siguiente generación de producto.

Varios modelos actuales se han quedado en medio de uno y otro modelo, por lo que la opción menos mala es la del híbrido enchufable. Pero la siguiente generación que vaya reemplazando a cada modelo ya no tendrá en mente que quepan motores de combustión, ya serán plataformas eléctricas totalmente optimizadas.

Además, Volvo es una marca que puede plantearse adelantar la electromovilidad porque es una marca Premium. Otra marca que se adelantó a esto fue smart, que ha visto un desplome de ventas al convertirse en marca eléctrica del todo y retirar los gasolina del mercado. Todo por no gastar dinero en convertir el motor de tres cilindros para que pasase cómodamente la última ronda de normas Euro. Geely se quedará con smart, todo sea dicho.

Fuente: Motor